Peatón

Para Pablo, por ser simplemente peatón-astronauta que ama a las estrellas... o a lo luminoso que anda suelto por ahi...

Gracias por todos los temas de Café Tacuba que me pasas, por ser acompañante de salidas fuera de lo común...(amenazas de "bombas de tiempo" incluídas) y sobretodo.. por ser de los tréboles difíciles de encontrar...

Adjunto el cuento que te gustó.

te quiero muchoooo!!

***
Me decís y parecieras
No ser de esos complejos
Pero es raro el movimiento
Retrovisor es tu espejo
*
Cuando me acerco frenas
Pero miras si estoy lejos
Parece que molestaran
Luces altas, en reflejo
*
Es linda esa cautela
Que tenes al caminar
Tratando de no chocarse
Suave es tu transitar
*
Aunque sabes que no hay mapas
En mi camino sinuoso
Ni yo encuentro mis señales
Pocos puntos de reposo
*
Pero en la ruta que vamos
Te encontré, en tu soledad
Y conociste la mia...
Manos sueltas, al andar
*
Es claro que aun no se
Todavía manejar
Y hasta cruzo con cuidado
a la senda peatonal
*
Mientras decifro tus pasos
Mis baldosas estudias
Me viene bien tu atención
Mi despiste equilibras
*
“las cosas vienen complejas
yo las tomo y simplifico”
(que no sos contraditorio
me decís, bien cancherito)
*
No se bien adonde vamos
Ni porque llegue hasta aquí
Pero si es que lo sabes...
Simplificame.... a mi.

*

(diseñado por Pablo-beautiful.arts)

El Mundo****

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó.

Dijo que había contemplado,desde allá arriba, la vida humana.

Dijo que somos un mar de fueguitos.

- El mundo es eso. Reveló -.

Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales.

Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.

Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y hay gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman;

pero arden la vida con tantas ganas

que no se puede mirarlos sin parpadear,

y quien se acerca,

se enciende.

Eduardo Galeano. "El libro de los abrazos"